Simba
Milo y Simba se han pasado los últimos tres años de su vida encerrados en una terraza sin apenas recibir los cuidados mínimos. Están deseando tener un hogar donde disfrutar de la compañía, de los mimos y, por supuesto, de esos paseos que les han sido negados.
Simba tiene cuatro años, es de tamaño mediano y es supercariñoso. Eso sí, como ha estado tanto tiempo con carencias de espacio, ahora aprovecha cada momento para estar activo. ¡Se merece un hogar de verdad!