Rayo ha sido recogido en una calle de un barrio Madrid, en los huesos, muerto de hambre y muy enfermo. Aunque está en tratamiento para la leishmania severa que sufre —la cual le ha afectado al riñón—, Rayo disfruta enormemente del cariño y la atención que le brinda su casa de acogida.

Esperamos que de esta manera pueda remontar lo antes posible y disfrutar de su nueva vida con gente buena que le quiera como se merece.

Actualización (22 de enero de 2021)

Finalmente, Rayo no ha podido más y ha ido a reunirse con su gente de cuatro patas. Patricia, Alejandro y la Clínica Európolis Veterinaria han sido sus ángeles durante más de un mes. No ha podido ser, pero se ha hecho todo lo que estaba en nuestra mano. ¡Sé feliz, Rayito, allá donde estés! Nosotros no te olvidaremos.