info@deceroadoptauno.com 609 146 904 | 687 771 458
Luri

Luri fue adoptado con unos tres meses de edad. Era un gatito muy gracioso que se pasaba el día cogiendo el rabo de sus compañeros perrunos, era experto en desatar cordones y en dormir a pierna suelta. Sin embargo, un tiempo después de su adopción, la persona que se había hecho cargo de él desapareció. No contestaba al teléfono, no respondía a los correos electrónicos y se había mudado de domicilio…

Todo presagiaba que algo no iba bien… y así fue. Seis años después de su adopción, nos avisaron desde una clínica veterinaria que les había entrado un gato en muy malas condiciones y el número de su microchip estaba a nombre de la asociación. Resultó ser nuestra panterita, quien llevaba al menos tres años sobreviviendo en una colonia.

Aunque realicemos un proceso de adopción, intentemos conocer lo máximo posible a las personas que adoptan y hagamos el seguimiento de las mismas de manera regular, en ocasiones —las menos—, suceden cosas como estás y no hay derecho. Luri se merecía mucho más. Por ello, ahora es el momento de que este gatazo encuentre una familia de verdad. Una que no lo abandone nunca y que realmente vele por su bienestar.